Federación, I+D+i
Un consorcio multidisciplinar, formado por Universidad Loyola, Fundación Ayesa, Opracol Sevilla y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, han puesto en marcha el Grupo Operativo oliVAr, que va a desarrollar un sistema automatizado, fácil de usar, fiable, asequible y de bajo coste para detectar e identificar plagas en el olivar. Este sistema, basado en visión artificial, localizará la presencia y el movimiento de las plagas, realizará su recuento y considerará las variables climáticas del entorno.
Un equipo de científicos, ingenieros técnicos agrícolas, tecnólogos y asesores de campo combinará las trampas biotecnológicas con un método inteligente de monitoreo y detección a través del cual se obtendrá una capacidad mejorada en el manejo integrado del control de plagas. Este contará con elementos ya disponibles en el mercado, como sensores, cámaras de visión en el espectro visible o microprocesadores, para poder realizar un análisis completo.
Así la solución oliVAr ofrecerá un conjunto de herramientas que ayudará a los técnicos y agricultores a ahorrar dinero en el programa convencional de Gestión Integrada de Plagas (GIP). Este consiste en el examen cuidadoso de todos los métodos de protección
vegetal disponibles y posterior integración de medidas adecuadas, para evitar el desarrollo de poblaciones de organismos nocivos así como aminorar el uso de productos fitosanitarios y otras formas de intervención en niveles que estén económica y ecológicamente justificados y que, a su vez, reduzcan o minimicen los riesgos para la salud humana y el medio ambiente. Los procedimientos establecidos por la GIP tienen como finalidad, por tanto, el desarrollo de cultivos sanos con la mínima alteración posible de los agroecosistemas y en la promoción de los mecanismos naturales de control de plagas en las explotaciones.
OliVAr permitirá automatizar y digitalizar el proceso de monitoreo de GIP anticipando el momento de toma de decisión y mejorando la precisión en la aplicación de medidas de control y prevención.
Tecnología facilitadora
La herramienta oliVAr creará una red de nodos remotos desplegados a través del cultivo, incluidos sensores de temperatura, humedad, infrarrojos y cámaras de visión, conectados de manera inalámbrica. Los datos se almacenarán y se analizarán para, posteriormente, proporcionarlos al agricultor u operador como información valiosa que tendrán en sus dispositivos móviles.
Asimismo, el software procesará estos datos para crear una curva de vuelo para cada insecto objetivo y el Umbral de Daño Económico (UDE) en el que se encuentra el punto de control. El UDE indica el tiempo oportuno para decidir una acción de prevención. Por eso, se define como la densidad de la población de la plaga sobre la que deben iniciarse las medidas de control a fin de evitar su incremento y que, por tanto, cause una reducción en el valor del cultivo (ya sea en rendimiento o en calidad) mayor que el costo del tratamiento de control, lo que se traduce en un importante daño a nivel económico.
El sistema se aplicaría para detectar cuatro de las plagas más voraces de olivar; mosca del olivo, prais, abichado y glifodes. A través de la interfaz gráfica de usuario de oliVAr, el agricultor y sus redes de consultores o colaboradores de cultivos pueden observar la actividad y amenazas de las plagas en tiempo real.
La sanidad del olivar y sus productos constituyen en la actualidad un elemento fundamental en el ámbito de la producción agraria; las plagas y las enfermedades que les afectan pueden llegar a ocasionar graves pérdidas de producción y, por tanto, reducir la competitividad del sector olivarero.
Además, en el contexto de globalización actual, en el que el movimiento de mercancías procedentes de cualquier parte del planeta es una realidad, la entrada de nuevas plagas representa una amenaza real de cara a mantener un óptimo estado fitosanitario de los olivares de nuestra región. En este sentido, contar con una solución de estas características disminuiría el riesgo de afectación al olivar.
El Grupo Operativo oliVAr está financiado a través de los Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (FEADER) y cofinanciado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía en la convocatoria para el Funcionamiento de Grupos Operativos Regionales de la Asociación Europea de Innovación en Materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícola (EIP AGRI) de 2022.
Federación, I+D+i
El esfuerzo por obtener un mayor rendimiento en los cultivos ha llevado al uso de fertilizantes que aportan nutrientes, como (abonos) y fertilizantes de síntesis química, con las consiguientes consecuencias medio ambientales y económicas.
Para paliar este problema se han planteado alternativas como el desarrollo de bioestimulantes para mejorar la productividad de los cultivos, acelerar el crecimiento de las plantas o el uso de aminoácidos libres en la preparación de nuevos fertilizantes.
En este contexto, se ha puesto en marcha el GO Agrofert que estudia la capacidad bioestimulante de un nuevo producto que contiene una mezcla de aminoácidos en combinación con N-metilglicina, esto es, un producto intermedio y un subproducto -en la síntesis y degradación de la glicina- con efecto protector en la planta. Se estudiará el efecto bioestimulante a fin de determinar el rango de acción sobre cultivos de invierno (remolacha y zanahoria), cultivos de verano (algodón y tomate) y cultivos perennes (olivo) y su efecto sobre las bacterias beneficiosas del suelo.
Actualmente el uso de productos bioestimulantes en los cultivos está dirigido principalmente a la mitigación del estrés biótico –debido a factores biológicos- y abiótico –causado por factores climáticos-.
Asimismo, el mercado de bioestimulantes experimenta un rápido crecimiento en todo el mundo, impulsado por la demanda creciente de alternativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente para mejorar el rendimiento y la calidad de los cultivos. Estos utilizan ácidos húmicos y fúlvicos, extractos de algas, aminoácidos, microorganismos beneficiosos y reguladores de crecimiento vegetal.
Beneficios para la zona
El GO Agrofert, en el que participan investigadores del CSIC – Consejo Superior de Investigaciones Científicas-, Agroquivir y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, pretende reducir el impacto ambiental relacionado con la actividad agraria mediante el uso de un producto biofertilizante que permitirá disminuir los insumos de fertilizantes de síntesis
Su implementación tendrá una serie de beneficios para la zona como la reducción de la huella de carbono, de la dependencia de recursos externos, de la salud del suelo y de la calidad de los alimentos – sobre todo de zanahoria y tomate-.
De igual forma protegerá medioambientalmente la región del bajo Guadalquivir, que se encuentra en riesgo por la contaminación con nitratos, posiblemente debido al uso excesivo de fertilizantes químicos, que son arrastrados y pueden contaminar los cuerpos de agua así como afectar negativamente la fauna y la flora silvestres.
El Grupo Operativo AgroFert está financiado a través de los Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (FEADER) y cofinanciado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía en la convocatoria para el Funcionamiento de Grupos Operativos Regionales de la Asociación Europea de Innovación en Materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícola (EIP AGRI) de 2022.
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Al objeto de crear un sistema de climatización sostenible para la mejora de las condiciones térmicas y de calidad de aire de naves de ganado, nace el Grupo Operativo Climafarm.
Determinados estudios revelan que el bienestar del ganado vacuno de leche y su desempeño productivo está íntimamente relacionado con las condiciones ambientales de las naves donde se localiza. Así, la temperatura elevada del aire, especialmente cuando se asocia con alta humedad relativa e intensa radiación solar, incide directamente y causan disminución en la producción de leche, pudiendo bajar hasta un 40%.
Un consorcio formado por la cooperativa COVAP – Cooperativa Ganadera del Valle de Los Pedroches-, la empresa Keyter Technologies, el centro Cetemet, la Universidad de Córdoba y la federación Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía desarrollará una solución innovadora y sostenible al problema del estrés térmico.
Este sistema avanzado de climatización se diseña para mantener condiciones óptimas de temperatura, humedad y calidad del aire dentro de las instalaciones ganaderas para asegurar así el confort del ganado durante todo el año. Y es que, según las previsiones climáticas de AEMET, los efectos del cambio climático se traducirán en un incremento de temperaturas medias estivales, una mayor frecuencia de olas de calor y un aumento de la duración del periodo estival en zonas como Andalucía.
El sistema de Climafarm se caracterizará por su eficiencia y sostenibilidad a la hora de reducir el estrés térmico al que se ve sometido el ganado, mediante un estudio completo de las cargas térmicas. Permitirá el monitoreo inteligente, con sensores de última generación que captan continuamente las condiciones ambientales y ajustan automáticamente el sistema para mantener un entorno óptimo; una mejor eficiencia energética, para operar con un consumo energético mínimo, contribuyendo a la reducción de la huella de carbono de las ganaderías; y la reducción del impacto ambiental, puesto que empleará tecnologías verdes que promueven prácticas respetuosas con el medio ambiente.
De hecho, este Grupo Operativo tiene como pilar fundamental su compromiso con la sostenibilidad, ya que, al disminuir la dependencia de fuentes de energía no renovables y minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero, se alinea con los objetivos globales de desarrollo sostenible y lucha contra el cambio climático. Además, la automatización de las actividades ganaderas y agrícolas con tecnología 4.0 reducirá el consumo energético y sacará el máximo rendimiento del sistema, haciendo la granja mucho más sostenible y rentable.
El Grupo Operativo Climafarm está financiado a través de los Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (FEADER) y cofinanciado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía en la convocatoria para el Funcionamiento de Grupos Operativos Regionales de la Asociación Europea de Innovación en Materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícola (EIP AGRI) de 2022.
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En un contexto de creciente preocupación por la sostenibilidad y la eficiencia hídrica nace el Grupo Operativo OLIKE, que busca proporcionar soluciones innovadoras para el control del agua consumida y el manejo de efluentes en la fase industrial de aderezo de la aceituna de mesa para contribuir a la optimización de los recursos y a la protección del medio ambiente.
El proyecto OLIKE tiene dos objetivos principales. Por un lado, controlar el agua empleada en el lavado del fruto, cocido, salmuera de fermentación, deshuesado y relleno y envasado en salmuera, esto es, en cada parte del proceso. La preparación comercial de las aceitunas produce un gran volumen de vertidos líquidos.
Desde la recuperación de agua para su reutilización, hasta la evaporación y secado de las aguas residuales por diversos procedimientos. Este último método, trata de extraer de la forma más efectiva posible toda la humedad que queda en las aguas residuales y ser respetuoso con el medio ambiente.
Así se empleará una tecnología innovadora, sensores inteligentes, para monitorizar, en tiempo real el uso del agua, con las que se ajustarán prácticas que maximicen la eficiencia hídrica. Con este sistema se pretende no solo reducir el desperdicio de agua, sino también optimizar el uso de este recurso vital en cada etapa de producción.
Por otro lado, se persigue el control y la gestión de efluentes producidos durante los procesos agrícolas. A través de la implementación de herramientas de monitoreo avanzado, el proyecto busca conocer y vigilar el volumen de efluente generado que permitirá un mejor manejo de los residuos. Este control se hace esencial para garantizar que las operaciones agrícolas cumplan con las normativas medioambientales y contribuyan a la sostenibilidad del entorno natural.
Equipo
El consorcio de este Grupo Operativo integra un equipo multidisciplinar formado por SAT Albarizas, CETEMET, Keyter y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía. La conjunción de expertos en tecnología, ciencia, innovación y sector cooperativista agroalimentario permitirá cumplir los objetivos de OLIKE.
El proyecto supone un paso adelante hacia la agricultura del futuro, donde la tecnología y la sostenibilidad van de la mano. Al proporcionar a los agricultores herramientas precisas para la gestión del agua, el GO OLIKE facilita una toma de decisiones que promueve una agricultura más responsable y eficiente.
Con la implementación de tecnología punta, como la sensorización y el análisis de datos, ofrece soluciones que no solo mejoran la eficiencia operativa, sino que también protegen los recursos hídricos y reducen el impacto medioambiental lo que se traduce en la contribución a mitigar el cambio climático.
De esta forma, el Grupo Operativo OLIKE está comprometido con la innovación y la sostenibilidad, asegurando que las soluciones desarrolladas contribuyan de manera positiva al desarrollo de prácticas agrícolas que respeten el medio ambiente y optimicen el uso de los recursos naturales que cree un futuro más sostenible para la agricultura.
El Grupo Operativo On Dehesa está financiado a través de los Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (FEADER) y cofinanciado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía en la convocatoria para el Funcionamiento de Grupos Operativos Regionales de la Asociación Europea de Innovación en Materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícola (EIP AGRI) de 2022.
Federación
Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba ha celebrado este viernes su Asamblea General en la que ha hecho balance de un año muy complicado en el que, a pesar de las dificultades, las cooperativas han logrado mantener el volumen de negocio que venían registrando en los últimos ejercicios. En concreto, han facturado 1.372 millones de euros, lo que representa el 13% del total de todas las entidades agroalimentarias andaluzas.
Las cifras dan muestra de la solvencia de la economía social agraria en la provincia, aunque eso no se ha traducido en los mismos beneficios para los socios, como ha puesto de manifiesto el presidente de la federación, Rafael Sánchez de Puerta. Durante su intervención en el acto, celebrado en la cooperativa La Unión de Montilla, ha aludido al difícil contexto político y económico, unido a una galopante sequía, lo que ha lastrado la actividad en el campo. El presidente ha recordado que “necesitamos tener una agricultura viva e ilusionante”. “Tenemos que ser capaces de buscar alternativas y que eso no convierta a los agricultores en delincuentes, como está pasando”, ha indicado.
Sánchez de Puerta ha considerado que “se ha perdido una magnífica oportunidad en las movilizaciones porque cada uno de los manifestantes ha dado un mensaje distinto y no hemos señalado el principal problema”. A su juicio es “la falta de rentabilidad en el campo”, motivada por la sequía, por los cambios en la PAC, por la falta de relevo generacional, y por muchos otros motivos.
Esa carencia de recursos hídricos en la provincia ha sido la principal demanda del presidente de la federación, quien ha recordado que Córdoba almacena el 50% del agua para una superficie de regadío del 17%, lo que considera un agravio con respecto a otros territorios. Una de las cuestiones que ha abordado es la propia gestión del recurso, que “es obsoleta y la misma desde hace cien años”. Sánchez de Puerta ha sido muy gráfico al mencionar que hace un siglo el agua embalsada se destinaba principalmente a la producción de electricidad, pero la necesidad hoy ha cambiado por completo. Por eso ha recalcado que “hay que hacer leyes ajustadas a la realidad”.
El responsable de la federación provincial se ha mostrado partidario de “convertir el cambio climático en una oportunidad, para sacar adelante los proyectos hídricos necesarios”. “Creo que son muchas las cosas que se pueden hacer y, desde luego, las estamos haciendo, pero tenemos que encontrar esas soluciones porque ese es el futuro de nuestra tierra”, ha señalado. También se ha referido a las dificultades para encontrar mano de obra para trabajar en el campo, un problema que se topa con la excesiva burocracia. En este punto, el presidente ha sido crítico con medidas que “incentivan el no trabajar” y además poner trabas a la contratación a trabajadores de otros países.
Como novedad, Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba ha analizado la situación de los sectores en un coloquio en el que han participado representantes de cada uno de ellos: José Luis Toledano (aceite de oliva), Francisco de Mora (aceituna de mesa), David Chao (cultivos herbáceos), José María Corredera (frutas y hortalizas), Francisco Serrano (orujo) y Antonio López (vino). Los seis integrantes de la mesa redonda han coincidido en la necesidad de amarrar más inversiones en infraestructuras hídricas para garantizar el acceso de todos al agua.
Uno de los más críticos con esta cuestión ha sido Antonio López, quien ha puesto de manifiesto el agravio comparativo de Córdoba en cuanto a las dotaciones para el riego de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). “Tenemos que ser más reivindicativos”, ha solicitado. La sequía ha afectado a todos los cultivos sin excepción, de hecho, los representantes sectoriales de Cooperativas Agro-alimentarias de Córdoba han hablado de “pérdidas históricas de cosecha”. Por suerte, las últimas lluvias de la primavera han salvado la situación del resto del año y se esperan buenos resultados en aceite de oliva, aceituna de mesa, orujo, cereales y algo mejores que los actuales en frutas y hortalizas y en vino. Sin embargo, “eso no debe desviar nuestra atención, porque esta sequía nos ha hecho ver que hacen falta esas infraestructuras”, ha zanjado José María Corredera.
Otro caballo de batalla ha sido la falta de mano de obra y las dificultades para contratar en el extranjero ante la carencia de trabajadores nacionales. Los participantes en el coloquio han pedido a las administraciones públicas más agilidad para poder hacer esas contrataciones y garantizar que la actividad pueda seguir en el campo.
El relevo generacional también ha centrado el coloquio, poniendo el acento en la continuidad de las explotaciones agrarias y la entrada de savia nueva en los consejos rectores. La presencia de jóvenes “es enriquecedora siempre”, pero lo primero es garantizar la rentabilidad y que el sector siga avanzando, aunque, “desgraciadamente eso no siempre es así”. “La incertidumbre pesa demasiado y hace que el mundo agrario sea menos atractivo para las nuevas generaciones”, ha apuntado David Chao.
La diversidad de cultivos de Córdoba y la popularidad de sus productos ha cerrado este debate, que ha dejado entre sus conclusiones la importancia de dar a conocer más esa calidad que tienen. “Esta es una de las provincias con más denominaciones de origen, sus productos reciben premios todos los años. Eso hay que darlo a conocer”, han señalado. También la necesidad de seguir aumentando el tamaño de las cooperativas para que sean más competitivas mediante fusiones o la creación de más cooperativas de segundo grado.
La clausura ha estado a cargo de los delegados territoriales de Medio Ambiente y Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Rafael Martínez y Francisco Acosta, respectivamente, quienes ha mostrado su predisposición para “ayudar al sector en Córdoba y que siga siendo una potencia, especialmente en las zonas rurales” y se ha comprometido a reivindicar todas las infraestructuras hidráulicas que necesita la provincia.
También han felicitado a las cooperativas presentes en la asamblea por sostener los números, a pesar de tantas adversidades y los han considerado “un auténtico pilar” de la economía cordobesa.