El sector agrario convoca una caravana de protesta ante la pérdida de renta que provocará el Plan Estratégico de la PAC en Andalucía

28.09.21 | | Federación

El sector agrario andaluz, representado por ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, convoca a todos los agricultores y ganaderos de la región a una caravana, el próximo 14 de octubre en Sevilla, en defensa de una PAC justa para los agricultores y ganaderos de Andalucía y en protesta ante el incumplimiento de Luis Planas con la realidad y la diversidad productiva del campo andaluz. De no modificarse el Plan Estratégico Nacional, esta protesta que será la primera de un periodo de movilización permanente que no se paralizará hasta que se atienda y se reconozca el esfuerzo de nuestra región.

Cuando se cumple un año de la firma de la Declaración Institucional de Andalucía sobre el Futuro de la PAC (28 de septiembre de 2020), los objetivos y las reivindicaciones recogidos en este acuerdo siguen plenamente vigentes y la defensa de un modelo inclusivo (que tenga en cuenta la actividad agraria real), diverso (que contemple el mayor número de regiones posibles), paulatino (que evite los impactos bruscos), coherente (que vincule los ecoesquemas y las ayudas directas a las regiones productivas) y respetuoso con la realidad agraria de cada una de las regiones productivas sigue constituyendo la base de la unidad de acción que lleva a las organizaciones representativas del sector agrario andaluz a sacar, una vez más, los tractores a la calle.

El Ministerio de Agricultura está diseñando un modelo productivo a través del Plan Estratégico Nacional de la PAC que no refleja nuestro potencial productivo, ya que no puede olvidarse que una parte muy importante del presupuesto para la PAC en España es fruto del trabajo de los agricultores y los ganaderos andaluces y, por tanto, en clara respuesta a su relevancia agraria en el conjunto de España. Por este motivo, el sector agrario insiste en que, si el Plan Estratégico Nacional no reconoce la situación estratégica de Andalucía, los agricultores y los ganaderos andaluces se manifestarán sine die.

Regiones productivas

La última propuesta del Ministerio de Agricultura establece un máximo de 20 regiones, lo que penaliza la diversidad productiva de Andalucía. Si bien el panorama planteado en los primeros borradores era menos halagüeño para la comunidad, una vez conocido el planteamiento de la distribución comarcal de cada una de ellas, así como los importes medios, las organizaciones representativas del sector agrario andaluz exigen cambios sustanciales para conseguir el necesario equilibrio territorial y productivo, minimizando el impacto real y las pérdidas que de estas nuevas regiones se derivarían para miles de agricultores y ganaderos andaluces.

Ecoesquemas

La propuesta de ecoesquemas recogida en el Plan Estratégico Nacional supone una clara pérdida de renta para el campo andaluz al desvincular las nuevas prácticas medioambientales de las regiones productivas en las que se van a implantar. Además, la propuesta impide aplicar más de un ecoesquema por explotación, lo que desincentiva a los agricultores dispuestos a ir más allá en materia de sostenibilidad. Si el departamento de Luis Planas persiste en desvincular ecoesquemas y regiones productivas la consecuencia inmediata sería la pérdida, sólo por este concepto, de más de 50 millones de euros anuales en Andalucía.

Agricultura activa

Asimismo, las organizaciones representativas del sector agrario andaluz mantienen que las ayudas directas deben dirigirse a los agricultores y ganaderos que realicen una actividad agraria real y efectiva. El Plan Estratégico Nacional no debe introducir criterios que dejen fuera a agricultores y ganaderos pluriactivos, con otras actividades económicas, pero para los que la actividad agraria supone un complemento de renta.

Nuevo Pacto Verde

Las nuevas estrategias medioambientales de la Comisión Europea -“De la granja a la mesa” y “Biodiversidad 2030”-, tal y como reconocen los propios informes de la Comisión Europea y del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, van a dar lugar a descensos considerables de la producción, al aumento de costes, a la pérdida de competitividad y en definitiva al empobrecimiento del sector productivo. Por lo que el sector agrario andaluz exige la oposición frontal del Ministerio de Agricultura a estas iniciativas políticas.

Todas estas cuestiones, supondrían pérdidas de más de 100 millones de euros anuales para los agricultores y ganaderos de Andalucía. Sin olvidar que más de 50.000 perceptores podrían quedar fuera del sistema de ayudas si se endurece la propuesta en la línea demandada por algunas comunidades autónomas.

Por todo ello, un año después y a la vista de la deriva de las negociaciones para la reforma, las organizaciones firmantes de la Declaración Institucional de Andalucía sobre el Futuro de la PAC se reafirman en su compromiso de mantener la unidad de acción y las protestas frente a cualquier propuesta que merme la rentabilidad del campo andaluz y convocan una caravana de protesta (tractores y coches) el próximo 14 de octubre en Sevilla.

Las organizaciones firmantes sostienen que en el último año los agricultores y ganaderos andaluces han salido ya a la calle en una decena de ocasiones en defensa de una PAC justa. En concreto en Sevilla se manifestaron en la Plaza de España el pasado 15 de abril con el objetivo de que el Plan Estratégico Nacional que finalmente presente en Bruselas el Gobierno de España sea fruto del consenso, la colaboración y el reconocimiento del peso estratégico que tiene Andalucía en el conjunto de la agricultura y la ganadería españolas.

Como recuerdan las organizaciones agrarias y las cooperativas, una PAC favorable a los agricultores y los ganaderos andaluces se traducirá en crecimiento para toda la comunidad autónoma. En este sentido, recuerdan que el complejo agroalimentario es un motor socioeconómico fundamental para la región, que dinamiza el medio rural, genera más del 10% del empleo de la región y supera los 18.000 millones de euros de negocio. Asimismo, equilibra la balanza comercial (con un saldo positivo cercano a los 6.500 millones de euros), contribuye a la conservación del medio ambiente y fija población al territorio.