Cooperativas urge a las administraciones a actuar con contundencia y celeridad ante el atentado de EEUU contra el sector agroalimentario andaluz

Conocido en el día de hoy el anuncio de nuevos aranceles de Estados Unidos a productos agroalimentarios españoles, con clara afectación a Andalucía, Cooperativas Agro-alimentarias lo califica de “atentado” contra el sector regional. Un sector ya de por sí muy vapuleado por el veto ruso, los aranceles estadounidenses a la aceituna negra, las tensiones generadas por el Brexit, la incertidumbre en torno a la PAC y la grave situación de precios por la que atraviesan el aceite de oliva o los cítricos.

Ahora, una vez más se vuelve a utilizar al sector agroalimentario como moneda de cambio para la resolución de conflictos políticos como el que llevan arrastrando Estados Unidos y la Unión Europea por unos subsidios comunitarios al sector aeronáutico que alcanzan un valor de 6.900 millones de euros. La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha dado la razón al Gobierno de Trump, al que da vía libre para imponer sanciones comerciales por dicha cantidad.

Por tanto, y sin esperar más, el país norteamericano ya ha hecho pública una lista con los productos y países que pueden quedar afectados, la cual será confirmada el 18 de octubre, siendo el sector agroalimentario el principal perjudicado y España uno de los países más damnificados, lo que supone, además, un agravio comparativo con respecto a otros países europeos que se verán, por el contrario, beneficiados.

Concretamente, Estados Unidos prevé imponer aranceles del 25% a la exportación de aceite de oliva en envases inferiores a 18 kilogramos, de quesos, vinos, carne congelada y elaborados de cerdo, frutas (entre las que se encuentran los cítricos) y aceitunas verdes. Se trata de unos impuestos que se suman al que ya viene soportando la exportación de la aceituna negra española, desde noviembre de 2017, y que en la actualidad alcanza el 34,79%.

Cooperativas Agro-alimentarias considera que las administraciones españolas y europeas deben actuar con contundencia y evitar la materialización de estos aranceles que incidirán de forma directa en la economía y el empleo, muy especialmente de Andalucía, región líder del mundo en producción, transformación y comercialización de aceite de oliva y aceitunas de mesa, así como la segunda región productora de cítricos en España.

Conviene recordar que Andalucía lidera las exportaciones españolas de productos agroalimentarios a Estados Unidos, habiendo más que duplicado sus ventas en la última década. Asimismo, el país norteamericano es el primer destino extracomunitario de los productos agroalimentarios andaluces y el séptimo si incluimos los mercados europeos. Durante 2018, se exportaron productos por valor de 679 millones de euros (el 6,3% de todas las ventas exteriores en el ramo), correspondiendo el 51% al capítulo aceite de oliva.

Por lo que respecta a la aceituna de mesa, un nuevo arancel, esta vez a la aceituna verde, puede suponer la puntilla a un sector que todavía no se ha repuesto de las pérdidas ocasionadas por el impuesto a sus ventas de aceituna negra. En este caso, España también, y particularmente Andalucía, es la principal damnificada como productora líder mundial con ventas que venían suponiendo en torno a las 75.000 toneladas en el mercado norteamericano.

Para los cítricos y los vinos suponen una problemática añadida a su ya complicada situación. En el primer caso, como consecuencia de la competencia de países terceros, las amenazas sanitarias y una desastrosa campaña de precios. En el segundo, el de los vinos andaluces, sería un nuevo traspié para un sector que ya encadena muchos ejercicios de falta de rentabilidad y cuyo futuro se encuentra muy comprometido.

Por concretar, estamos hablando que, de confirmarse, más de 500 empresas andaluzas se van a ver directamente afectadas y, de ellas, 376 cooperativas con producción de aceite de oliva, 71 de aceituna de mesa, 28 de vino, 24 de cítricos y 6 de porcino.

Por tanto, Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía traslada su consternación y enorme preocupación por este anuncio, al tiempo que urge a todas las administraciones, regionales, nacionales y europeas, a tomar seriamente cartas en el asunto y luchar por los intereses del sector agroalimentario andaluz y nacional, del que dependen cientos de miles de puestos de trabajo, el futuro de la vida en el medio rural, así como su sostenibilidad, social, económica y medioambiental.