El proyecto llega a su fin con importantes resultados orientados a conservar la biodiversidad genética del olivo como vía para garantizar la competitividad, diferenciación y sostenibilidad del sector
El Grupo Operativo Biolivo ha celebrado su jornada final con la presentación de importantes resultados que refuerzan el valor estratégico del olivar tradicional en la provincia de Cádiz. Entre los logros más destacados del proyecto se encuentra la identificación de cinco nuevas variedades de olivo no catalogadas hasta ahora, cuatro en Olvera y una en Alcalá del Valle, confirmadas mediante análisis moleculares y actualmente en proceso de multiplicación para su incorporación al banco mundial de germoplasma del IFAPA, en el que figuran más de 700 variedades.
En este proyecto ha trabajado un consorcio formado por el Instituto de Investigación Vitivinícola y Agroalimentaria (Ivagro) de la Universidad de Cádiz (UCA), técnicos de la Cooperativa Los Remedios Picasat, de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, de la Denominación de Origen Aceites Sierra de Cádiz y de la Diputación de Cádiz. También han colaborado el Instituto de Agricultura Sostenible-CSIC y con el Ifapa Alameda de Obispo, que gestiona el Banco Mundial de Germoplasma de Olivo.
La jornada ha estado inaugurada por la alcaldesa de Olvera, Remedios Palma, quien se ha mostrado orgullosa de las sinergias desarrolladas por este equipo de trabajo. Además, ha agradecido a la UCA que haya puesto la lupa en Olvera y ha destacado que, como administración local, se intenta mantener este cultivo con todas sus peculiaridades, como es el ser de montaña, lo que supone un gran esfuerzo para poder sacar sus frutos del territorio. Junto a ella ha estado también abriendo la cita el delegado territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural en Cádiz, Francisco José Moreno, que ha dado las gracias al Grupo Operativo por su apuesta por el olivar de montaña y, en consecuencia, por un desarrollo rural real. También han intervenido el presidente de la SCA Los Remedios-Picasat de Olvera, Francisco Panduro; el presidente de la DO Aceites Sierra de Cádiz, Juan Rayas, y el director del Instituto de Investigación Vitivinícola y Agroalimentaria de la Universidad de Cádiz, Miguel Palma.
Tras las palabras iniciales, ha comenzado la presentación de resultados del proyecto de manos de Ana Jiménez, profesora titular de la UCA, quien ha hablado de la localización de olivos antiguos, la prospección de olivares la identificación de material vegetal y la caracterización llevados a cabo durante el estudio.
A continuación, Francisco Macho, técnico de la cooperativa Nuestra Señora de los Remedios Picasat, ha disertado sobre la plantación de ensayo y la multiplicación vegetal, pasando luego el testigo a Lola Ortega, secretaria técnica de la D.O. Aceites Sierra de Cádiz, que ha centrado su intervención en las conclusiones obtenidas de las catas de aceite de variedades recuperadas.
La exposición de las acciones de transferencia y divulgación del proyecto ha corrido a cargo de Valme J. Caballero, técnica del departamento de comunicación de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía.
Finalmente se ha celebrado una cata de aceites de la DO Aceites Sierra de Cádiz y una visita a la parcela experimental donde los asistentes han podido comprobar en directo algunas de las cuestiones planteadas en el orden del día.
Durante la jornada final se han presentado también los resultados del análisis físico-químico de los aceites obtenidos de variedades locales, que han mostrado una alta variabilidad y excelentes propiedades en algunos genotipos, como alto contenido en ácido oleico, presencia de compuestos bioactivos y buena estabilidad.
Estos hallazgos permiten avanzar hacia un modelo de olivicultura más resiliente y adaptado a las condiciones del territorio, donde la biodiversidad varietal se convierte en un activo clave frente al cambio climático y la homogeneización del cultivo.
Los resultados del proyecto suponen una oportunidad para impulsar modelos de olivicultura más sostenibles, resilientes al cambio climático y profundamente vinculados al territorio, reforzando así el valor añadido del producto local y la conservación del patrimonio agrícola.
La jornada ha concluido con un mensaje claro: la biodiversidad del olivo es un recurso estratégico que debe protegerse y aprovecharse para asegurar el futuro del sector en la provincia de Cádiz.
Emblema agrícola
El olivar constituye uno de los cultivos más emblemáticos de la Sierra de Cádiz, caracterizado por su cultivo en secano, terrenos de pendiente y una elevada biodiversidad varietal. En una misma finca es habitual encontrar variedades locales como “Alameño”, “Habichuelero”, “Lechino” o “Coloraillo”, que otorgan una identidad única a los aceites de esta comarca, reconocidos bajo la Denominación de Origen Protegida Sierra de Cádiz.
Sin embargo, este modelo agrícola se encuentra actualmente amenazado por la falta de relevo generacional, la expansión de nuevas plantaciones intensivas con variedades foráneas y los efectos del cambio climático. Frente a este contexto, el proyecto Biolivo ha centrado sus esfuerzos en estudiar y conservar la biodiversidad genética del olivo como vía para garantizar la competitividad, diferenciación y sostenibilidad del sector.
De este modo, el Grupo Operativo reafirma la necesidad de proteger y aprovechar el patrimonio varietal del olivo en Cádiz, no solo como legado agrícola y cultural, sino como oportunidad de desarrollo rural, sostenibilidad ambiental y diferenciación de producto en los mercados.